Por qué limpiar el lavavajillas?
Puede resultar extraño el preocuparse de limpiar un electrodoméstico cuyo trabajo es la limpieza. No a todas las personas, pero muchas creen que estos aparatos no requieren de mantenimiento, pero, al igual que el resto de electrodomésticos, requieren de una limpieza ocasional. El hecho de que requiera de su limpieza es debido a que la puerta atrae manchas de dedos cada vez que llenas el lavavajillas con platos y demás, y el interior (especialmente las esquinas y ranuras) acumulan residuos, en los cuales se incluyen: partículas de comida, grasa, jabón y suciedad. Además de simplemente otorgar un aire de suciedad, con el tiempo esto va generando malos olores debido a la bacteria que prospera gracias al calor, humedad y zonas oscuras.
Una limpieza al menos cada 5 o 6 meses puede mantener tu lavavajillas como nuevo.
Imagina estar limpiando tu vajilla con un electrodoméstico que está hasta arriba de suciedad. Cuánto estarías realmente limpiando?
Limpia la puerta
Mantén la puerta del lavavajillas sin dejar huellas de dedos, simplemente pasando un paño con agua caliente por el exterior de esta. Evita limpiadores abrasivos o estropajos que puedan provocar arañazos en la puerta de tu lavavajillas. Cuando esté limpia, seca la puerta pasándole un paño suave.
Con la puerta del lavavajillas abierta podrás tener una mejor visión de las esquinas y aberturas. Moja un cepillo de dientes en agua caliente con jabón. Comienza a frotar el cepillo, asegurándote de que ejerces suficiente fuerza para limpiar a fondo las juntas de goma y las demás ranuras, como por ejemplo, bisagras. Acuérdate de pasar una esponja o un trapo mojados por donde hayas estado frotando para limpiar de jabón las zonas.
Limpia el interior
Antes de nada, asegúrate de que no haya ningún trozo de comida por el fondo del lavavajillas (huesos, conchas, etc.) antes de comenzar su limpieza. Estos se suelen acumular alrededor del desagüe.
Una vez que hayas limpiado todas las partículas que se hubiesen podido estar acumulando, haz lo siguiente. Coloca una taza que sirva para el lavavajillas, llénala con vinagre, y colócala en la baldosa o parte más alta donde la puedas colocar sin que se caiga dentro del lavavajillas. Haz esto estando el lavavajillas completamente vacío de otros cubiertos, platos etc. solamente debe de estar la taza con el vinagre. Pon el lavavajillas a funcionar en ciclo/lavado completo, eligiendo el nivel de agua más caliente posible para desinfectar de manera más efectiva la unidad mientras está siendo lavada. Para que el agua salga mucho más caliente, un truco que puedes utilizar es el de abrir el agua caliente del fregadero.Una vez el ciclo/lavado haya acabado, limpia el interior del lavavajillas con un paño limpio y seco, o con toallitas de papel.
Limpia los accesorios
Como último paso, limpia los accesorios de tu lavavajillas. Extrae todas las baldosas, repisas, estantes o como les quieras llamar, y el resto de soportes de utensilios. Limpia cualquier partícula de comida o cualquier otro tipo de partículas que se hayan podido quedar pegadas en estos. Frota el aspersor con un cepillo para eliminar posibles obstrucciones.
El aspersor proporciona chorros de agua caliente directamente a la vajilla para darles una limpieza a fondo. La suciedad se puede acumular en los agujeros del aspersor, pero estos son muy pequeños, lo cual hace imposible introducir cualquier objeto para limpiarlos. Este se puede volver sucio y atascarse, evitando que funcione a la máxima potencia. Por ello te traemos estos pasos para realizar de manera correcta su limpieza.
Pasos para limpiar el aspersor
1- Desconecta el lavavajillas.
2- Extrae los estantes.
3- Busca la tapa de rosca o tornillos para extraer el aspersor. Es posible que no sea extraíble, así que si no los encuentras, salta al paso 6 y continúa desde ahí para limpiarlo sin desmontarlo.
4- Quita la tapa o tornillos. Toma nota de todas las partes que tengas que quitar y de su orden para volver a instalarlas correctamente.
5- Desinstala el aspersor.
6- Llena un recipiente con agua caliente.
7- Añade jabón y una taza de vinagre. Agita o remueve el agua para que todo se mezcle correctamente.
8- Introduce el aspersor en el agua caliente y deja que se empape bien hasta que los escombros se queden sueltos. Si no te ha sido posible retirar el aspersor, empapa paños o algún otro material parecido en el líquido obtenido anteriormente, y luego colócalos sobre los brazos del aspersor. Cada 30 minutos vuelve a humedecer estos paños con el agua jabonosa obtenida para que estén humedecidos hasta que los escombros queden sueltos.
9- Usa un cepillo de dientes viejo o cualquier otro cepillo para limpiar la superficie del aspersor. Los bastoncillos de algodón pueden ser utilizados para eliminar la acumulación de restos de suciedad de los agujeros pequeños del brazo del aspersor. También puedes introducir palillos para extraer pedazos de escombros de las aberturas de el brazo del aspersor. Si tienes una máquina de aire comprimido, también te será útil en esta tarea.
10- Una vez que los escombros hayan sido eliminados, enjuaga la pieza completamente utilizando solamente agua. Si te es posible, prueba a utilizar agua a presión por los agujeros también como en el paso anterior podrías haber hecho con aire a presión.
11- Sacude el exceso de agua y seca con un paño suave.
12- Coloca nuevamente el aspersor en el lavavajillas. Asegúrate de que vuelves a colocar todas las piezas que habías extraído, y en su orden correcto.
13- Vuelve a conectar el lavavajillas.
Limpiar manchas de óxido del lavavajillas
Dependiendo de algunos factores, como por el ejemplo el estado de las tuberías, podrías encontrarte con manchas de óxido el lavavajillas. Coge detergente que remueva las manchas de óxido de la ropa o electrodomésticos. Pon el producto en el depósito de jabón de tu lavavajillas y espolvorea un poco en el fondo de este. Ahora enciende el lavavajillas y, estando vacío, empieza un ciclo de lavado completo.
El origen de estas manchas de óxido proviene, muy probablemente, de tus tuberías, ya que puede que estén oxidadas. Por ello probablemente necesites repetir este proceso bastantes veces hasta que pongas solución a su problema de origen. También deberías de llamar a un fontanera o instalar un filtro que te ayude a controlar este problema.
Mantener limpio el lavavajillas
Algunos pasos que podrías seguir de ahora en adelante para poder conservar mejor tu lavavajillas son los siguientes:
– Enjuaga los platos antes de introducirlos en la unidad. Probablemente creas que no es necesario, pero de esta manera evitarás posibles atascos en el sistema de desagüe.
– Mantén el filtro limpio. La mayoría de la suciedad y restos de comida se quedarán en el filtro. Por deberías tratar de limpiarlo con jabón y agua para evitar un funcionamiento menos preciso de este. Es posible que hasta utilizando vinagre consigas resultados muy buenos.
– Abre el agua caliente del fregadero. Esto, como ya te hemos comentado al principio de la guía, favorece la limpieza, tanto de la vajilla como del propio aparato.
– Deja abierto el lavavajillas. Intenta hacer esto al menos durante media hora después de cada lavado que realices con él. Ayudarás a la eliminación de la humedad, cuya acumulación puede provocar la aparición de hongos y demás cosas no deseadas. Todo esto te contamos en nuestra guía de compra de deshumidificadores.
Como ves, en enmicasalomejor.com queremos lo mejor para ti y para tu hogar. Por ello intentamos traerte siempre la mejor información sobre los mejores productos que puedas escoger. En este caso, una guía para aumentar tanto la funcionalidad como la vida útil de tu lavavajillas.
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