¿Radiador de aceite o brasero eléctrico?
Cuando llega el frío invierno, siempre nos asaltan las dudas a la hora de calentarnos. ¿Qué opción es más barata? ¿Caldera? ¿Calefacción central?
Dentro de las muchas posibilidades existentes, hoy vamos a responder a una pregunta muy específica: ¿Radiador de aceite o brasero eléctrico?
Veamos en qué consisten y qué ventajas e inconvenientes tiene cada uno.
Radiador de aceite
Un radiador de aceite se conecta a la corriente con la idea de caldear una estancia por medio de un proceso en el que se calienta un fluido térmico ubicado en su interior una vez se enciende.
El fluido, que se conoce popularmente como aceite, se formula de forma especial de manera que pueda distribuir el calor por todo el radiador uniformemente, por lo que se transfiere al metal, crea radiación y transporta el citado calor por toda la estancia por convección natural.
Brasero eléctrico
El brasero eléctrico es un aparato que utiliza un ventilador u otro tipo de sistema, como un termostato, para proporcionar calor generado por medio de una resistencia.
Generalmente, suele presentar diversas potencias, que van desde los 800W como mínimo de forma habitual hasta los 2000W.
Ventajas e inconvenientes del radiador de aceite
Una vez que tenemos definidos los aparatos caloríficos que concitan nuestro interés, vamos a ver qué ventajas y desventajas aporta cada uno, comenzando por el radiador de aceite.
Ventajas
- Los modelos modernos están provistos de geles y líquidos termodinámicos que permiten una mayor retención del calor. De esta forma se logra una más elevada eficiencia energética, ya que no necesitan un trabajo excesivamente duro para mantener la buena temperatura, y se pueden parar automáticamente llegados al ambiente adecuado, aportando una reducción del gasto de energía importante.
- Pueden generar potencias que llegan hasta los 3000 W de potencia.
- Tienen un diseño atractivo y ligero, por lo que son fácilmente transportables.
- Son silenciosos.
- El calor generado es persistente, y puede durar hasta 45 minutos al desconectar. De hecho, una vez apagados, todavía irradian algo de calor hasta que se enfrían totalmente.
- No generan residuo alguno.
- No requieren mantenimiento y su limpieza es muy sencilla.
- Se pueden elegir diversos niveles de potencia.
Desventajas
- Tardan bastante en calentarse y alcanzar la temperatura deseada en la estancia.
- El gasto puede ser elevado si se utiliza durante todo el día.
- Para que sean realmente eficientes en estancias relativamente grandes, hace falta comprar un radiador de dimensiones considerables.
- No son adecuados como modo único de calefacción, más bien son útiles como apoyo o refuerzo en zonas localizadas.
- Los precios rondan los 50 a 200 euros.
Ventajas e inconvenientes del brasero eléctrico
Veamos ahora las ventajas e inconvenientes del brasero eléctrico, que también las tiene y son importantes de conocer.
Ventajas
- Son de pequeño tamaño y muy manejables.
- El calor llega muy pronto, especialmente los que utilizan ventilador, por lo que caldean la estancia mucho más rápido.
- Suelen disponer de diversos niveles de potencia.
- No son excesivamente caros, se pueden encontrar incluso por 15 o 20 euros.
- No es habitual que posean apagado automático al llegar a cierta temperatura, aunque ya hay modelos que presentan temporizador.
- El calor puede ser focalizado donde interesa.
- Son de fácil manejo, uso y mantenimiento.
Desventajas
- No acumula temperatura y el calor se diluye muy rápido una vez se han apagado.
- Al focalizar más el calor, no son tan eficientes para calentar estancias.
- Son útiles como complemento a otros sistemas de calefacción, pero por sí solos no son tan eficaces.
- Consumen oxígeno, por lo que podrían perjudicar el ambiente de una sala, creando sensación sobrecargada.
- No se pueden poner cerca de objetos de plástico o madera.
- Alto consumo de energía.
Qué consume más un radiador de aceite o un brasero eléctrico?
¿Radiador de aceite o brasero eléctrico? Lo cierto es que no hay una respuesta clara.
Por ejemplo, un radiador de aceite adecuado será más económico, ya que se apagará cuando la estancia alcance la temperatura elegida, y su calor es más persistente. Por su parte, el brasero eléctrico no suele presentar estas funciones y su calor se diluye en cuanto se desconecta.
Es decir, que un brasero eléctrico consume más energía que un radiador de aceite. No obstante, todo puede depender de:
- La capacidad energética de cada uno. Es decir, que, si compras un radiador de aceite capaz de generar 3000W, y lo comparas con un brasero eléctrico que genera 800W, el primero consume más, como es lógico.
- Sin embargo, con un radiador de aceite que se pare alcanzada la temperatura, el gasto energético será menor, ya que estará menos tiempo consumiendo energía, mientras que el brasero eléctrico lo hará de forma indefinida hasta que tú lo apagues.
- Si quieres un aparato para calentar una estancia pequeña durante poco tiempo, por ejemplo, la ducha para un baño, el radiador de aceite será poco eficiente, mientras que el brasero eléctrico de aire irá más rápido caldeando el ambiente y lo usarás menos tiempo, con lo que el gasto será menor.
- Como apoyo en una estancia, como un salón mientras ves una película, por ejemplo, el radiador de aceite es más eficiente y económico.
Ahora, la decisión es tuya. ¿Prefieres un desembolso más elevado en la compra y un menor gasto energético con una mayor eficiencia calorífica a medio y largo plazo? Todo dependerá del uso que le vayas a dar al aparato, lógicamente, así que piénsalo bien.
Quieres un radiador de aceite? Para mí, este es el mejor:
No products found.
Y brasero eléctrico?
No products found.
Me ha encantado la explicación. Breve, clara y concisa.
Gracias.